
El duelo es la reacción normal ante la pérdida de cosas y personas a las que estamos apegados y, como resultado, también se pierde nuestra felicidad, seguridad y bienestar. Con el confinamiento mundial para afrontar la pandemia del coronavirus, perdemos esas cosas y no podemos contactar con esas personas. Esto es el Duelo Global.
Duelo global
Vivimos tiempos sin precedentes en un mundo marcado por las restricciones impuestas para frenar la propagación del coronavirus, causante de la COVID-19 , con la esperanza de aliviar la carga de un sistema de salud mundial en crisis. Estamos acostumbrados a una vida profundamente arraigada en el apego, organizada en torno a nuestra dependencia de la presencia permanente de una persona o de la disponibilidad continua de un objeto para generar y mantener nuestra seguridad, felicidad y bienestar.
Dado que todo es impermanente, perder aquello a lo que estamos apegados —y, por lo tanto, la felicidad, seguridad y bienestar percibidos que nos brindan— es inevitable. Nuestra reacción habitual cuando esto sucede es lo que llamamos duelo.
Como nunca antes, nos vemos privados de cantidades ingentes de cosas de las que dependemos para nuestra vida cotidiana, a medida que la economÃa y sus fuentes de energÃa se paralizan. El distanciamiento social y las restricciones de viaje nos impiden interactuar con los demás, especialmente fÃsicamente. Estas pérdidas, ya sean transitorias o permanentes, nos afectan a todos en el mundo. Sin duda, estamos en el origen de un episodio de duelo global sin precedentes.
En los próximos años, seremos testigos de si la comprensión preexistente del proceso de duelo es aplicable y útil a esta escala global. De ser asÃ, asà como surge un nuevo yo en quien sufre una pérdida importante, se podrÃa forjar una nueva identidad mundial basada en nuestra verdadera esencia y una fuerte conexión con el universo del que formamos parte.